
Ubicado en Jaén,Perú,se trata del primer hallazgo de este tipo en la selva alta.Los contros ceremoniales fueron construidos por ancestros de la cultura Pakamuros.
A lo largo de cuatro décadas, el museo Hermógenes Mejía Solf, ubicado en Jaén (provincia de Cajamarca), albergó más de 3 mil restos de fósiles, ceramios y objetos líticos, todos ellos de una misteriosa belleza, pertenecientes a culturas asentadas siglos atrás en la Amazonía. Los pobladores de esta localidad nororiental vivieron siempre asombrados por la gran diversidad de vestigios hallados, aunque nunca supieron de donde provenía.
A menos de diez minutos del centro de Jaén, un grupo de investigadores apoyados por pobladores desenterraron dos templos que, según los primeros indicios, tendrían una antigüedad de más de 4 mil años y habrían sido ocupados por los ancestros de la cultura Bracamoros (esta cultura ocupó parte de la actual provincia de Zamora Chinchipe, en Ecuador, y de las regiones Cajamarca y Amazonas, en el lado peruano).
En ambos recintos se encontraron 14 contextos funerarios, incluyendo osamentas de neonatos y adolescentes, que fueron colocados como ofrendas en diferentes momentos a lo largo de los 800 años que duró la ocupación de estas edificaciones.
CIVILIZACIÓN ANTIGUA
Los sectores donde se llevaron a cabo los hallazgos son conocidos como Montegrande y San Isidro. Durante varias décadas, la gente que habita los alrededores estuvo a punto de invadir este lugar con fines agrícolas. Peor aun, este espacio llegó a ser utilizado como botadero público.
Cuando los arqueólogos empezaron su trabajo, hallaron primero grandes muros semicirculares construidos con una mezcla de argamasa de barro y piedras de hasta 200kilos de peso.
El equipo quedó sorprendido por la técnica utilizada por los antiguos pobladores de esta localidad, quienes adornaban los muros aplicando tierra de colores, y porque fueron descubiertas ocho fases de construcción con alineamientos perfectos.
Fuente:diario el comercio.