Por:Mg Efrén Rebaza Custodio-rebazich@outlook.com
Sin duda uno de los factores que determinarían la independencia de las colonias hispanas en América del sur y otras; lo constituyo la invasión napoleónica en el propio territorio de España, desde 1808 hasta el año 1814. Como resultado de este acontecimiento – sumado a la destrucción de su “armada invencible”, la península quedó no solo en situación de non poder defender a sus colonias sino que ella misma fue puesta en la condición de defender su propia supervivencia como país. Esta invasión de la península por tropas francesas constituyó una sacudida extraordinariamente grande para los habitantes en las colonias, que hasta ese instante tenían la impresión de una España muy poderosa e invencible. Esta invasión ocasionaría un cambio de concepto acerca de España respecto a sus colonias, los pobladores veían por primera vez; la debilidad de la Metrópoli. Para fortalecer esta debilidad presentada en la colonia; los pobladores pusieron el apoyo para fortalecer al imperio en peligro; por ello establecieron las juntas gubernativas en los territorios coloniales, casi copeados a las que se formaron en España en plena invasión francesa. Esta favorable coyuntura, favoreció que en las colonias hispanas; se intensificara la lectura de la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, que en esta situación de cosas; significo un valioso momento para impulsar la independencia en los territorios coloniales. Otra de las acciones que se tomaron en territorios coloniales, fue la de realizar colectas de dinero para apoyar a la corona española para hacer frente a la guerra contra Francia que se libraba en España contra las tropas napoleónicas. En ese sentido hasta la Iglesia católica tomó la decisión de apoyar a estos esfuerzos. En este marco encontramos que el 23 de marzo del año 1813, mediante oficio Nº 035 de la misma fecha; el Obispo de Jaén Dn. José de Carrión y Marfil, implementa en el ámbito del vicariato de Jaén, la Real Orden emitida el día 31 de febrero del año 1812, consistente en lograr donativos voluntarios para afrontar la guerra con Francia, en el mismo documento, el Obispo designa al cura Joaquín de Castañeda – cura de San Felipe- para que sea el responsable del recojo de los donativos. Como resultado de este trabajo, se recogieron la cantidad de 86 pesos al año de acuerdo a los aportes realizados en las diversas iglesias del medio. La Iglesia de San Felipe aportó 12 pesos, su similar de Colasay 25 pesos, Pimpingos 12 pesos, Iglesia de Cujillo 25 pesos, Jaén 6 pesos y Chirinos 6 pesos. Como podemos observar, el problema de la invasión a España de parte de las tropas francesas al mando de Napoleón Bonaparte, también repercutió en los hechos, manifestado en apoyo económico en el ámbito del vicariato de Jaén, sin duda dineros aportados por los feligreses de las seis iglesias mencionadas. Sin duda los primeros vientos de la independencia ya llegaban a Jaén. . Virgilio Roel Pineda. La independencia. . Archivo del obispado de Jaén. Caja Nº 260. Doc. Nº 205.
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Gracias Napoleón!!
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