Por: Juan Fernández Villaverde (Jaén,Perú).
Tenía que pasar y pasó, se intuía sobre el espectro político del Perú. Hace días atrás compartimos una nota periodística de una ciudadana norteamericana, quien había vivido en Perú y en su diario lo decía de manera clara y concisa, además, poniéndolo nombre a las cosas que ocurren, y tiene mucho asidero al ser una opinión neutral; ya que, en dicho país hay muchos temas que están polarizados y cada uno opina de acuerdo a su ideología y/o intereses. En el año 2021, Perú cumplió 200 años de independencia; ya que, fue una colonia de España. En dicho bicentenario, el 90% de gobernantes han sido de grupos de poder, militares y criollos, con apoyo de empresarios, la prensa, la iglesia, multinacionales, Estados Unidos y todo aquel que tenga intereses en dicho país andino. El 28 de julio del 2021, asumía la Presidencia en plena pandemia un ciudadano campesino, de origen humilde y con rasgos andinos. En su día a día, se dedicaba a dictar clases a niños de escuela y a cultivar su campo y criar animales domésticos para su consumo. No le fue fácil acceder a la Presidencia, los grupos de poder lo acusaron de todo, incluso de fraude, una idea equivocada, porque dicho personaje nunca tuvo un cargo político y ningún aliado de poder. Desde ese instante los grupos de poder y la raza blanca, juraron una venganza de sacarlo del poder, sitio que no le correspondía-según ellos-. La vacancia presidencial, ha salido a la luz, era por ser un hombre de campo, con pocas habilidades de orador, poco despabilado y sobre todo por tener ideas comunistas; ya que, formaba parte de un sindicato de profesores. Por todo esto, el Congreso del país nunca lo vio con buenos ojos, en los 16 meses de gobierno, los congresistas se encargaron de hacerle carga montón con la prensa incluida; cabe mencionar, que en dicho Congreso, el Presidente no tenía mayoría. El partido que le llevó a la presidencia se habían dividido, la gente que le rodeaba, algunos tenían antecedentes y hubo algunos actos de corrupción y nepotismo, en menor medida a los anteriores gobiernos. Los grupos de poder estarán celebrando, pero sabrán o no, que el problema no es Pedro Castillo, ni la izquierda, sino son temas de fondo, el Perú necesita una gran transformación social a mediano y largo plazo, empezando por los jóvenes mayores de edad, para que cuando ellos se conviertan en padres siembren la semilla del cambio y se vea el resultado en sus nietos y eso sería la primera parte. Pero falta que aparezca un líder y que la sociedad se implique. La sociedad peruana tiene muchas falencias, como: Su identidad, el racismo étnico, la corrupción, la iglesia y su capital. -IDENTIDAD.- En 200 años de independencia aún sus ciudadanos no han entendido que descienden del imperio inca y sus culturas y del imperio español y eso hace que tengan muchas contradicciones y rivalidad entre ellos. -RACISMO ETNICO.- Se ha observado que sus ciudadanos prefieren dar credibilidad a ciudadanos foráneos y si son de tez blanca más…Mientras, que a sus propios conciudadanos le tienen desconfianza y si son de rasgos étnicos incluido lo idiomático hay más rechazo, en todos los estamentos de la sociedad. -CORRUPCIÓN.- Todos los gobiernos sin distinción alguna han robado y coimeado mucho o poco. Los demás poderes del Estado, incluido la prensa, los cuerpos de seguridad (policiales y militares), gobiernos regionales y municipales, inclusive el tejido empresarial, empleados públicos y muchas veces la sociedad civil también pecan por necesidad o por sistema. Algunos expertos en temas sociales lo catalogan como un CÁNCER SOCIAL. -LA IGLESIA.- Es un grupo muy potente de poder y a la hora de elegir presidentes indirectamente se inclinan por los grupos de poder; ya que, de una u otra manera se benefician. La religión católica y otros grupos religiosos tienen Universidades, Colegios, Escuelas Mayores, todos ellos privados y cobran pensiones exorbitantes a los padres de familia, que para un ciudadano de a pie es inalcanzable. -LA CAPITAL.- Lima, es la capital del país, donde se concentra la cuarta parte de la población, migraron en los años 80 huyendo del terrorismo y de la pobreza, convirtiéndolo a la capital en una ciudad fallida, sus estructuras han quedado obsoletas y pequeñas, el diseño urbanístico es un caos, sus servicios están en mínimos, el transporte urbano es uno de los peores del país, el comercio ambulatorio se ha incrementado con la llegada de ciudadanos de otros países, la seguridad en la ciudad es mínima, algunos productos básicos son más caros que en Europa. A 16 meses de gobierno del cajamarquino Pedro Castillo, ha salido a la luz, los problemas del país y la verdadera crisis social y política.
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